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Insphirados nace bajo el amparo y la bendición de Pujya Swami Rameshwarananda Giri Maharaj, de cuya luz, entrega y sabiduría bebe este blog. Esta plataforma tiene como humilde pretensión ser un lugar de encuentro, de reflexión y de andadura para todos aquellos que bajo la inspiración de Swamiji han decidido ir en busca de la Verdad. Cada cual al ritmo de sus posibilidades, con mayor o menor acierto, con mayor o menor constancia. Todos son bienvenidos.

domingo, 17 de mayo de 2015


Un paso más en la Exploración del Vedantasara


El cuerpo sutil y sus partes

Los cuerpos sutiles son los <<cuerpos distintivos>> (lingasarirani), que constan de diecisiete partes.
Las partes del cuerpo sutil son: los cinco sentidos, el intelecto (buddhi), el manas (mente no determinadora), las cinco facultades de acción y los cinco alientos vitales.
En la base del ser individual (jiva) se halla la ignorancia individual que es el cuerpo causal (karana sarira), la causa de los otros niveles de la individualidad. El cuerpo sutil (suksma sarira) es aquella parte del ser individual que no se percibe directamente por los sentidos: el sistema de todos los elementos psíquicos y <<energéticos>>. El cuerpo tosco (sthula sarira) es la dimensión física o perceptible del ser vivo.
Los cinco sentidos son el oído, el tacto, la vista, el gusto y el olfato.
Literalmente jñanendryia significa <<órgano o instrumento de conocimiento>>. Son las facultades psíquicas, sutiles, que nos permiten sentir las sensaciones físicas: sonido (sabda), contacto(sparsa), forma o color (rupa), sabor (rasa) y olor (gandha); es decir, son los cinco sentidos clásicos: oído, tacto, vista, gusto y olfato. Sin embargo los nombres literales de los cinco jñanendryias son: srotra (oído u oreja), tvak (piel), caksus (ojo), jihva (lengua) y ghrana (olfato). Son pues los nombres de los correspondientes órganos de los sentidos, a pesar de lo cual se trata de facultades mentales y no de los órganos físicos de los sentidos porque éstos pertenecen al cuerpo físico, y no al cuerpo sutil.
Cada sentido está hecho de la parte sattvica o <<bondadosa>> de uno de los elementos sutiles. Recordemos que en los elementos sutiles predominaba el constitutivo <<oscuridad>> (tamas), pero que también tenían algo de los otros dos constitutivos, rajas y sattva. Las facultades psíquicas -los sentidos, el intelecto y la mente indeterminada (manas)- Proceden de esta pequeña parte sáttvica o pura de los elementos sutiles (tanmatras). La diferencia es que cada sentido procede de un solo tanmatra, mientras que el intelecto y el manas proceden de la parte sáttvica de todos los tanmatras juntos. Por eso, aunque cada sentido sólo puede aprehender la cualidad sensible característica del tanmatra del que procede, el intelecto y el manas pueden trabajas con todas las sensaciones.
Así de la parte sáttvica del elemento éter, caracterizado por la cualidad del sonido, surge el sentido del oído; de la del aire, caracterizado por el contacto, surge el tacto; del fuego, caracterizado por la forma, la vista; del agua, que tiene sabor, la lengua; y de la tierra, olorosa, el olfato.
Es así el universo? Desde la física moderna hay que contestar que no. Pero viendo esta cosmogonía como un intento de organizar la experiencia de lo real, una mirada benévola puede aceptarla como una clasificación plausible de nuestras experiencias. Y sobre todo, como una clasificación que puede ser útil para la meditación y, en consecuencia, para avanzar hacia la experiencia adual, que es la meta del Vedanta.
Si el Vedanta fuera una filosofía, desde un punto de vista vedántico, habría que dejarlo atrás para avanzar en el camino. Pero el Vedanta no es una filosofía, sino el final del conocimiento. Las descripciones del Vedanta sirven para darnos una imagen completa de la realidad en todos sus aspectos. Si, adaptándolas y reinterpretándolas, podemos mediante ellas tener una visión de conjunto plausible de la realidad, eso es suficiente. Porque recordemos que el siguiente paso de la práctica es apavada, la negación de todo lo que estamos exponiendo.
En consecuencia, caben múltiples interpretaciones plausibles de la realidad. Lo que importa, no es tanto que sean verdaderas o falsas como que sean compatibles con la experiencia común y sirvan para orientar nuestra vida. Cada cual optará por una de ellas según lo que quiera hacer con su vida.


Comentario de Pandu:


Aqui el Vedantasara propone una descripción de la realidad en clave cosmogónica. Y esa propuesta plantea un contacto con lo real que podemos asumir como algo que nos remite a nuestra experiencia individual del mundo. Es decir, una percepción "física" de la realidad que se produce a través de los sentidos y la sensación que cada uno produce (oído, vista, tacto, ...) y una aproximación intelectual a esa realidad a través de una elaboración psíquica en la que todos los sentidos pueden entrar en juego mezclándose; en la que no es necesaria la experiencia unívoca estímulo-sensación. En esa experiencia intelectual se produce una elaboración creativa y subjetiva de la realidad que permite que cada ser individual genere su "propio universo", hecho desde luego de ignorancia y también de autoengaño.

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